La archiconocida, fabulosa y voluptuosa poetisa de la cocina, la Chef Británica Nigella Lawson es el centro de la noticia, y a diferencia de otras ocasiones no es por buenas razones.
Nigela quien recientemente fuera duramente criticada a razón de su importante pérdida de peso está en el ojo del huracán y esta vez por un tema doloroso como indignante.
Hace no más de 24 horas la popular Revista Sunday People hizo público un seriado de fotos donde Charles Saatchi multimillonario, coleccionista de arte de 70 años estrangulaba en público a Lawson sin el menor reparo en un Restaurant. Hecho que tiene consternada a la opinión pública por la violencia y rapidez de los hechos. Minutos antes Nigella habría twitteado en una foto su delicioso desayuno para luego ser víctima y protagonista de tan terrible momento. La pareja quien en Septiembre celebra -o iba a celebrar- su décimo aniversario de bodas, en la compañía de los hijos de ambos en conjunto y por separado, aparentemente no llevaban la mágica relación que le habrían vendido al mundo.
Al ser contactado por distintos medios, Saatchi primero dijo que no daría detalles de su intimidad a los “consumidores” (así define al público) para luego decir “Solo fué un apretoncito, un juego en pareja” expresión que ha desatado la furia del Reino Unido, sumado al desatinado comentario de Nick Griffin lider del Partido Nacional y miembro del Parlamento Europeo quien dijera a través de su cuenta de Twitter @nickgriffinmep “Si tuviera la oportunidad de apretarle algo a Nigella, lo último sería la garganta” y lejos de disculparse, sus comentarios de inapropiados pasaron a vulgares y cínicos con el transcurrir de los minutos.
La nota discordante han sido algunas feministas y asociaciones representadas por estas. Nigella en evidente momento de dolor y dificultas personal, con el agregado de ser persona pública y madre de 3 adolescentes, se debate entre las posibles opciones a escoger en este caso: quedarse, escapar, ir a terapia, denunciar y el largo etc que le sigue. Feministas e instituciones apoyadas por estas ahora llaman a un boicot a todo lo que haga Nigella hasta que ella no denuncie y persiga judicialmente a si aún marido. Los extremismos de siempre haciendo de las suyas.
En mi personal opinión los llamados foribundos a boicot, en privado o público solamente demuestran la escasez de materia gris de quien los propone. Cada quien está grandecito para saber que hace o deja de hacer, tiene claro sus valores, lo que apoya o deja de apoyar. Nadie tiene por qué estarle diciendo a otro que haga o no.
En lo que Nigella decide hacer en y con su vida personal, aunque sea una persona pública esa sigue siendo su vida personal, todos sus proyectos siguen transcurriendo con normalidad, aparentemente dirigidos por su equipo de trabajo. Por ahora se desconoce su paradero, aunque su entorno más íntimo asegura que ella está refugiada buscando paz y aclarando sus pensamientos.
Por ahora se desconoce como va a terminar esta historia de dolor, pero por lo pronto aparentemente los kilos/libras de Nigella son lo que menos importa y de lo que menos se hablará en prensa, a menos que alguien nada mejor tenga que hacer…
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