Uno de los principales motores de la vida es la confianza: la que tiene en usted mismo, en los demás, en la vida, en Dios… y de éstas, la principal es la autoconfianza.
Si confía en usted, también puede tener un sensato grado de confianza en los demás. Si desconfía demasiado, puede estar proyectando en los otros su propia inseguridad.
La confianza en que Ud. es una persona con virtudes (incluyendo la capacidad de reconocer lo que no sabe o no puede, y pedir ayuda) le da la fuerza para alcanzar logros personales, familiares y laborales.
Una sólida autoconfianza es la que se basa en que usted proviene de la fuente de la bondad y la inteligencia suprema. Es el sentimiento de sentirse parte de ella; lo que también lo ayuda a confiar en esa fuente.
ALGUNAS MANERAS DE CULTIVAR SU CONFIANZA
Recuerde una situación difícil y las habilidades que usó para superarla.
Enumere por escrito sus capacidades y fortalezas.
Obsérvese al espejo y dígase palabras de reconocimiento de sus fortalezas.
Enumere sus miedos.
Imagine en una situación de temor, actuando con su principal fortaleza.
Su imaginación lo entrena para que use sus fortalezas en la vida real.
Sienta en el cuerpo esa fuerza que ha tenido en otros momentos. Siéntala y agradézcala.
Relájese y repita hasta para sentirlo como una verdad: Confío en mí.
Gracias Divinidad, en ti confío.