Hace un par de días leí que estaban haciendo una convocatoria, bastante grotesco el enunciado por cierto, de chicas de tallas grandes para grabar en Pa’ lante Cristina, el nuevo show de Cristina Saralegui en Telemundo.
“Buscan gordas, talentosas, gordas casadas con flacos que quieran participar en Pa’ lante Cristina, todos los gastos pagos”
Escribí a la dirección que suministraban, dándome la oportunidad de estar equivocada por vez primera al ver este tipo de cosas, y por supuesto que perdí mí tiempo.
El productor de Pa’ lante Cristina con el mismo tacto y maneras de un boxeador, me responde luego de preguntarme de quién era yo -¡JA!- habiéndole previamente enviado mi mini biografía, que le enviara fotos mías y mi peso porque buscaban “Gordas bien gordas con talento” Ese fue el momento cuando el estomago no me dio para más y decidí de la mejor manera que se, a través de mis letras, de expresar la indignación que me genera este tipo de producciones y contenido. Si llega a Cristina Saralegui esta carta pública y logra hacer mella para bien en ella –cosa que no creo que suceda- me daré por satisfecha.
Comenzando porque es absolutamente innecesaria la manera tan burda de vender el viajecito a Miami a cambio de la dignidad de las personas que en mala hora se prestan para ese tipo de contenido. Falta de autoestima de unos y de otros calidad humana y profesionalismo de aquí a China.
Acto seguido a no responder ese e-mail donde pedían mis fotos y mi peso hice click en el Website de Cristina Saralegui a ver de qué se trataba su programa. Comenzó entrevistando artistas, todos mexicanos, y ahora vuelve a su ciclo de programas tratando temáticas de contenido social.
“Traseros de campeonato y las cirugías del Dr. Cemento” ha sido uno de los recientes programas que despertó una polémica importante con consecuencias legales para sus invitados, reseñado en la prensa latina de los Estados Unidos. Sin comentarios de los personajes que ahí se presentaron.
De verdad Cristina ¿Es necesario esto? ¿Es necesario vender circo, vulgaridad y tercermundismo para hacer un programa exitoso? Estoy absolutamente segura que no. Tienes estudios, carrera, bagaje, clase y mucha experiencia en el medio como para seguir con esta fórmula pésima que tanto le ha hecho daño al público hispano.
Hacer un programa de este nivel en contenido y mensaje, es tan dañino y mediocre como el actor que se presta a hacer el papel de un drogadicto, coyote o prostituta en una producción Hollywoodense.
Si la idea es llegar a todas las audiencias estoy plenamente segura de que se puede echar mano de muchos otros recursos para lograr con el cometido.
Ser un comunicador social implica una responsabilidad enorme, y lo siento Cristina, pero hacer programas de “gordas bien gordas”, “traseros de campeonato” u otros tantos que en Univision y ahora en Telemundo hemos visto bajo tu bendición y producción flaco favor le hacen a la gente, nuestra gente. Tenemos el deber de hacer cosas para echar Pa’ lante a nuestra gente, no para hundirlos más. ¡Podemos hacerlo Cristina!
Para llegar a determinados estratos no es necesario irrespetar, empobrecer el lenguaje, contenido y calidad de la producción. Un comunicador tiene el deber moral y la responsabilidad de hacer con su trabajo que su público analice el tema que se está tratando, promover la calidad, tanto en el lector como en el trabajo propio, sin dejar al lado el respeto por los personajes y las historias que estamos transmitiendo a través de nuestro trabajo.
A una Jenni Rivera, Ricky Martin o María Celeste Arrarás jamás los maltratarías y venderías así a tu publico ¿Verdad Cristina? Entonces ¿Por qué maltratar y someter a violencia verbal y psicológica así a la gente? Y del otro lado ¿Hay gente que vale y se respeta tan poco que su integridad la regalan a cambio de un viajecito a Miami? Si supieran el daño que no solo se hacen ellos, sino que nos hacen a todos, creo que se lo pensarían dos veces antes de decir que sí.
¿Por qué seguirle vendiendo al latino, ese latino del que has sido ejemplo y por el que tanto has luchado que la chabacanería e irrespeto está bien y hay que aplaudirla?
Esa chabacanería e irrespeto quizá funcionó hace unos años atrás con las generaciones anteriores a la mía, a los que por ignorancia les resultaba curioso y hasta gracioso ese tipo de contenido al que me niego a llamarle periodismo, porque respeto demasiado la carrera y quienes la ejercen, pero ya no más. Estamos las nuevas generaciones de Latinos aborrecidos de la mediocridad y chusmería mediática, sin entrar en las consecuencias tan graves que han gestado en la gente.
Se puede hacer entretenimiento y denuncia social sin hacer franca apología a la violencia y demás antivalores. Ese fue el legado que me dejo mi tío Renny Ottolina, alguien que es y será maestro y referencia en cuanto a periodismo y producciones en habla hispana se refiere.
Siento orgullo profundo de ser Latina, esto es un regalo cultural divino al que tenemos que honrar, procurando resaltar siempre para bien y que lo que se conozca de nosotros sea la excelencia y bondades de todo cuanto podemos hacer y lograr, y esta no es la manera.
Así como fuiste ejemplo al ser la primera mujer y latina quien tomara en sus manos un micrófono para abrir las puertas a todas las que hemos seguido detrás de ti, creo que es hora, aún ahora, de que vuelvas a dar el ejemplo poniendo tu grano de arena para terminar con la violencia mediática y programación basura de una vez por todas.
A riesgo de ser incomoda y vetada en Telemundo y otras cadenas, mi conciencia e integridad no puedo ni quiero silenciarlas o venderlas. El respeto no se negocia, y mucho menos cuando se trata del respeto a mí misma.
Te admiro y esta carta te la hago con respeto y desde el respeto, pero justamente por respeto a mí, al colectivo que represento y a todas esas mujeres y hombres que están en sintonía conmigo, te digo Cristina que lo siento, pero en esta ocasión, no voy Pa’ lante contigo…
¡NO ES NO!
Las opiniones expresadas en esta carta son mías, de nadie más.
En Twitter: @BarretoLeyva