Los dulces y los edulcorantes, son bastante atractivos a la hora de decidir qué comer. Si bien su consumo moderado no implica ningún tipo de riesgo, pueden provocar un daño irreparable en nuestro estómago y corazón. Esto demostrado por un estudio realizado por la Universidad Emory de Estados Unidos, el que reveló que los preadolescentes y adolescentes que comen alimentos ricos en azúcar presentan niveles más altos de triglicéridos, principal tipo de grasa transportada por el organismo.
El estudio dio cuenta que los niños y jóvenes de entre 12 y 18 años consumen en promedio 476 calorías diarias, unas 20 cucharadas de azúcar, cantidad que supera en cinco veces la recomendación de la Sociedad Americana del Corazón, factor que eleva el riesgo de sufrir enfermedades.
¿Cuáles son las consecuencias de este consumo excesivo de azúcar?
- Un nivel anormal de colesterol y de triglicéridos en la sangre, capaz de hacer a los preadolescentes y adolescentes más propensos a sufrir arterosclerosis, infartos cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Esta alerta ligada a dolencias tan riesgosas puede revertirse si se ingiere una dieta baja en calorías y evita el consumo excesivo de
alimentos con azúcar adicionada.
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