Por @teresaleon #espiritualidadaldia "Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada." William Shakespear
¿Cuándo Vive La Suavidad? ¿En Su Trato Consigo Mismo, En Las Palabras Y Gestos Con Los Demás?
Cuando nos permitimos la calma para pensar antes de reaccionar, respirar y soltar impaciencia o intolerancia, podemos encontrar dentro de nosotros espacios de suavidad, y desde allí influir positivamente en los que nos rodean.
Podemos ser suaves y firmes. Un “no” que sale desde la convicción y firmeza puede llevar un grado mayor de suavidad que cuando necesitamos gritar porque no nos sentimos con la fortaleza para poner un límite simple y decidido.
Gracias a su suavidad y flexibilidad, el bambú resiste los embates de la tormenta.
La Fábula Del Viento Y El Sol nos cuenta que ambos se retaron a mostrar su superioridad en fuerza, intentando que un viajero se quitara su capa. El viento sopló con todas su potencia, pero lo único que logró fue que éste se aferrara más a su abrigo. Cuando le tocó su turno, el Sol comenzó a iluminar suavemente sobre el azotado hombre, quien ya más calmado levantó la mirada y agradecido se quitó la capa para sentir la calidez del astro.
Buscar la suavidad en su vida cotidiana, en el agua, en el aire, en el movimiento de una llama… puede ser una entrada a momentos de introspección y comunión con la divinidad.
“Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada.” William Shakespear