Robert Rey, o Dr. Rey como es conocido gracias al reality ‘Dr. 90210’ de la cadena E! ha demostrado de todas las maneras los complejos que lo atormentan.
Quien ha lo ha visto en el reality, sabe de la difícil relación que tuvo con su padre, quien de niño le decía que no serviría para nada y que terminaría como un “gordo bueno para nada”.
En repetidas ocasiones Robert ha manifestado fehacientemente que no quiere ser eso que su padre le vaticinaba, por eso su obsesión enfermiza con la estética, la delgadez y el cuerpo, además que es conocido por todos, especialmente los que nos dedicamos al negocio del entretenimiento como la delgadez se asocia erróneamente con éxito y belleza.
Su obsesión la ha llevado al próximo nivel, al atrevimiento. Recientemente ha lanzado una línea de productos “naturales” para perder peso –cosa que no me sorprende- Ya cuenta con una línea de fajas así como promociona descaradamente la cirugía plástica como panacea de todos los problemas de la vida.
En el lanzamiento aseguro “Amo Brasil y a Brasil le llego su momento. Vamos a dejar de lado ese complejo colonial. Todo lo que hacen los gringos se considera que viene de un semidios. Las compañías quieren hacer dinero y le mienten a la gente diciéndoles que esto de las tallas grandes es bueno, eso de que una verdadera mujer es de talla grande es una gran mentira. Si echamos para atrás el reloj de la humanidad la mujer era siempre delgada, éramos cazadores. El promedio de lo que un cazador caminaba era de 30 kms por día y levantaba peso. Ahora con suerte caminamos 50 metros por día y de la cama al carro, del estacionamiento al trabajo y del trabajo al carro o la casa”
Rey tiene un verdadero carnaval de ideas que ni el mismo es capaz de darle coherencia en el mismo párrafo.
De toda la vida, tiempos ancestrales siempre se ha sabido que la mujer era generosa en formas y carnes, y que esta obsesión enfermiza por la delgadez y la perfección física que NO EXISTE de la cual él es parte, comenzó en los años 90 en las pasarelas, producto de una industria multimillonaria donde de manera macabra se le ha vaciado los bolsillos a la gente, vendiéndoles la tierra prometida del éxito y la belleza, y llevándose a millones de vidas por delante sin el menor remordimiento. Eso sí que me preocupa, eso sí que es la realidad.
No es un secreto para nadie el estigma espantoso que han puesto convenientemente sobre el peso y la imagen estética haciendo sentir culpable, criminal y pecadora a la humanidad entera por ser quienes son: seres humanos absolutamente imperfectos, como parte del estigma vemos un mercado sectarista donde no se nos toma en cuenta y una Sociedad que no hace más que marginarnos y discriminarnos, entonces no se de que habla Robert Rey cuando dice que supuestamente el mundo vende esto o aquello.
Confundir la popular dieta paleo con el tema de la obesidad a pesar de que son temas relacionados, es un grave error. Es bien sabido por las personas que si conocemos de este tema, que jamás debe generalizarse las causas por las cuales una persona tiene sobrepeso, solo los ignorantes repiten cual cotorras lo ya conocido mediáticamente del tema.
Es cierto que el ritmo y estilo de vida ha cambiado drásticamente pero de ahí a criminalizar a la gente son cosas muy distintas. En lo personal tampoco permito que me obliguen a pensar como conviene o es popular y mucho menos que un acomplejado y probablemente infeliz (aunque no lo diga) me haga sentir mal por ser quien soy y no lo que la Sociedad obliga que seamos.
No es casualidad que Rey este casado con una chica que durante las primeras temporadas de Dr. 90210 haya confesado tener trastornos alimenticios, alarmantemente visibles además.
Esto es lo considerablemente peligroso de darle tribuna, espacio, popularidad y alcance masivo a personas que tienen profundos conflictos internos y por consecuencia dan constantemente mensajes que van en franco ataque al ser humano, donde se transmite el dañino y severamente perjudicial llamémosle ‘estilo de de vida’ donde luchar en contra de y odiar quien somos que ha venido predominando y creciendo con fuerza en las dos recientes décadas.
¿Qué pensaría la Venus de Willendorf si pudiera hablar después de oír esto?
En Twitter: @BarretoLeyva