Por
ERIKA RISAS
Lo primero que tenemos que hacer es aceptar que no podemos complacer a todo el mundo todo el tiempo. De hecho, si lo hacemos a la única persona que no complaceremos, es a nosotros mismos. Aprender a decir NO, no es fácil, pero si entendemos ese NO como una oración completa, es decir no tenemos que acompañarla de ninguna culpa. En la medida en que nosotros mismos respetemos nuestro tiempo, los demás también lo harán.
El cuerpo nos dará la señal cuando decir NO, solo tenemos que poner atención a lo que sentimos y no ignorar la voz interior que nos dice: “estás cansado”, “no puedes con más”, “ese tiempo lo necesitas para ti” o simplemente un “no cambies los planes que tenías”. Debemos internalizar que cada vez que decimos NO nos estamos diciendo SI a nosotros mismos y esto no significa que estemos eludiendo responsabilidades o que no podamos ayudar o colaborar con a alguien en ciertas ocasiones, o que nos vamos a convertir en personas negativas.
Saber decir que NO es evitar desgastarnos, es utilizar nuestra energía de manera eficiente, es establecer nuestras prioridades, es concentrar nuestra atención para obtener óptimos resultados, pero lo más importante de aprender a decir NO es que ganamos paz mental y eso se traduce en bienestar general.
Cuando conocemos los límites de lo que podemos y lo que no podemos hacer, comenzamos a vivir con plenitud. El famoso multi-tasking es para las computadoras no para los humanos.
Erika Ruiz, mejor conocida como Erika Risas es conferencista internacional, Maestra en Yoga de la Risa y miembro de la Asociación del Humor Aplicado como Terapia. Nombrada Embajadora de la Risa por el Dr. Madan Kataria, (fundador de Laughter Yoga), su dedicación y pasión por la enseñanza la han convertido en una de las más destacadas risoterapeutas de habla hispana. En la actualidad Erika imparte talleres a diferentes grupos, organizaciones sin fines de lucro y empresas y ofrece sus terapias en hospitales, centros de salud y bienestar.
JAJAMASTE
