Por Soraya Alcalá
Esta semana desayuné con una amiga que a simple vista luce débil de carácter, manejable, siempre colaboradora, amable, simpática, casi todo el tiempo está complaciendo a los demás. Ayudando, apoyando sin recibir nada a cambio. Nunca la he visto pedir un favor, luce aparentemente feliz en su rol de dar. La veo poco, pero cuando estoy con ella aprendo mucho. Me contaba una historia que a mí me pareció que estaban abusando de su buena fe.
Escuché una conversación telefónica con su jefe que le pedía un favor extra, al mismo tiempo le reclamaba que su excelente “aparente” trabajo no era tan impecable como la gente creía. A su jefe le molestaba que la adularan, él consideraba que era “una tonta útil” porque le conocía sus errores y debilidades. Le pregunté por qué siempre siento que la están utilizando, me contestó, -porque lo están haciendo, entonces me molesté y le dije si lo sabes ¿Por qué permites que lo hagan?
-Porque me nutre la ignorancia y la autosuficiencia de los que creen que no me doy cuenta que me usan. -La misma sensación de poder y viveza que sienten los que me usan, se desvanece cuando se miran al espejo y saben que nunca serán “tontos útiles” porque su posición en la vida es usar para tratar de alcanzar las metas que casi nunca llegan a cruzar; y si lo logran es por méritos ajenos. -Se agrupan entre “vivos bobos” para alabarse entre ellos, y se distinguen entre multitudes por su habilidad de obtener de “los tontos útiles” el reflejo de las cualidades de las que ellos carecen.
Concluye explicándome que a lo largo del camino es perfecto parecer un “tonto útil” -Siempre te deben favores, tienes las herramientas para saber cuánto vales, NO tienes un pensamiento polarizado, NO vives a base de sensaciones, y NO tienes valoraciones relativas.
*Pensamiento Polarizado: Llevar las cosas a los extremos, no hay término medio.
*Base de Sensaciones: Emociones producidas por el estado anímico.
*Valoraciones Relativas: Condicionar para valorar algo o a alguien.
