Por Alberto Ravell
POLÍTICA
NO A LA VIOLENCIA
Disparos y bombas lacrimógenas contra caminata de Capriles
Durante un recorrido por la zona de Cotiza, el candidato de la oposición, Henrique Capriles Radonski y un nutrido grupo de seguidores fueron atacados por una banda de motorizados identificados con franelas del oficialismo, quienes arremetieron con bombas lacrimógenas y disparos contra la concentración. El hijo del diputado Ismael García resultó herido de bala, mientras que a los periodistas de Globovisión les fueron robados los equipos bajo amenaza de muerte. La Mesa de la Unidad expresó su más absoluto repudio a las acciones violentas realizadas contra la caminata de Capriles Radonski y sus simpatizantes y reafirmó su compromiso con la paz para los venezolanos.
Ningún representante del ejecutivo, la fiscalía o la defensoría del pueblo se pronunció al respecto. ¿Cuestionable? Sin lugar a dudas ¿Sorpresivo? Para nada. No hace falta hurgar mucho en nuestra memoria colectiva para encontrar todas las claves necesarias para entender el por qué se da en nuestro país un suceso como este. El discurso violento de Hugo Chávez, la impunidad con la que han actuado grupos armados oficialistas como las tristemente célebres brigadas bolivarianas, la elevación de los pistoleros de Puente Llaguno al estatus de héroes de la revolución, la imposición de la doctrina del pueblo en armas.
Todo está allí. La revolución, aunque alcanzó el poder de forma democrática y pacífica, al principio trató de alcanzarlo por la violencia y ahora trata de mantenerlo también de esta manera. Que a nadie le quede duda sobre quién ha sido el gran promotor y evangelizador de la violencia en este país y de quién la ha asumido como bandera e himno de lucha política. No vamos a engañarnos diciendo que antes de Chávez no había violencia en Venezuela, pero sería absurdo no reconocer que en los últimos trece años el gobierno la ha cultivado de tal manera que al día de hoy, los hombres y mujeres de bien que aquí vivimos y trabajamos, nos encontramos sitiados por ella. Por fortuna, podemos darle un giro a la situación. El siete de octubre tendremos la oportunidad de sembrar la semilla de un nuevo país donde impere la paz y no la violencia.
¿DESPEJANDO DUDAS?
Chávez: franca, sostenida y rápida recuperación
El presidente Hugo Chávez indicó ayer domingo, en una transmisión grabada desde Cuba, que la lesión que le reapareció en la zona pélvica es una recurrencia del cáncer que le diagnosticaron inicialmente. Informó así mismo que debe someterse a radioterapia “sin descartarse otros tratamientos complementarios” y aseguró, que se constató “ausencia de lesiones cancerígenas en el resto de los órganos cercanos”, por lo que se descartó un proceso de metástasis. Pidió no prestarle atención a la ola de rumores que circulan sobre su salud y dijo que se encuentra en “franca, sostenida y rápida recuperación”. Es más que obvio que el mensaje de Hugo Chávez está dirigido a un segmento de la población, ese que sigue creyendo en él, ese que sigue venerando su figura de manera casi irracional, ese que se niega a la realidad y se deja arrastrar por el influjo populista y oportunista del comandante presidente. Para el resto de los venezolanos, sus palabras no dicen gran cosa.
Al decir que está recuperándose rápido, negando la metástasis que pregona la prensa mundial, se está apegando a un guión necesario y aunque todos, en mayor o menor medida, esperamos que se recupere bien, a la mayoría nos resulta algo insuficiente lo que nos dice sobre su enfermedad. Han sido muchos años de mentiras o verdades a medias. ¿Cómo creer que el comandante presidente está siendo sincero con los venezolanos sobre su estado de salud? Hace pocos meses, Chávez proclamó públicamente y oficialmente que estaba curado del cáncer cuando al final no es así.
Tal vez hay que fijarse más en lo que no dijo que en lo que sí. Por ejemplo, no habló de campaña y eso creemos que es relevante ¿Será que ya está contemplando la posibilidad de no presentarse? Quién sabe. Al final, cuando lo que priva es la información chucuta lo que se sigue propiciando la proliferación de especulaciones y rumores que no hacen bien a nadie.
ECONOMÍA
INCOMPETENCIA A LA VISTA
Deuda de Cadivi frena producción de vehículos
Los retrasos de Cadivi a la hora de liquidar las divisas a la industria automotriz están obligando a las ensambladoras locales y a los fabricantes de repuestos a limitar los pedidos de material de ensamblaje. La deuda de muchas de empresas con sus proveedores se está haciendo insostenible. Cadivi ha reconocido que desde diciembre ha ocurrido una desmejora en los tiempos de pago, pero señalaron que este mes podría corregirse la situación.
Este obstáculo no aparecía en la planificación inicial que hicieron los fabricantes para este año y en el sector temen que se convierta en una amenaza para las metas de producción, especialmente cuando se esperaba que 2012 fuera un año de recuperación para la industria. ¿Hay necesidad de esto? Ya bastante negativo ha sido para la economía venezolana el control de cambios al que nos ha sometido el gobierno durante tantos años como para que encima el órgano rector de otorgar las divisas no cumpla oportunamente con su función. Lo triste es que esto no es algo que afecta únicamente al sector automotor. Prácticamente cada sector económico y productivo del país ha pasado por el mismo trance. La falta de dividas ha incidido negativamente en el normal desarrollo del país y el gobierno se ha empeñado en hacerse la vista gorda e ignorar lo que realmente sucede.
Puede que inicialmente la medida de control de cambios se haya hecho por razones económicas, pero se mantiene por razones políticas y de ahí que como medicina esté resultando peor que la enfermedad. El gobierno se ha comprometido a corregir la situación con las empresas del sector automotor ¿Podemos creerle?
LO QUE DEJA LA IMPROVISACIÓN
Corpoelec no logra consolidar fusión de empresas eléctricas
Pese a que el gobierno ha expresado públicamente que es un hecho la consolidación de las empresas eléctricas del país en torno a Corpoelec, reconocen “debilidades en la articulación interinstitucional” para la formulación de políticas sectoriales y, en los procesos de coordinación con las autoridades regionales y municipales, que “dificultan la planificación sistémica para la sostenibilidad del servicio”. Uno de los principales problemas es que el flujo de caja de Corpoelec “es insuficiente”, debido a que “los ingresos no cubren los gastos operativos y financieros, dando origen a limitaciones para honrar oportunamente los compromisos de la convención colectiva única de los trabajadores eléctricos y de los compromisos con los trabajadores contratistas”.
Así mismo, la dispersión física del personal de Corpoelec a nivel nacional y la presencia de “diferentes plataformas tecnológicas, versiones y sistemas” dificultan la consecución de labores. Si algo ha quedado claro es que la decisión de agrupar todas las empresas del sector eléctrico bajo el paraguas de Corpoelec fue algo improvisado. Movidos por ese afán centralista que tanto daño ha hecho al país, el gobierno se empecinó en mostrar su poder, pero lo único que consiguió enseñar fue su incompetencia. Los últimos años han estado signados por una inaceptable crisis eléctrica que, por más que traten de achacar a factores externos, ha sido única y exclusivamente responsabilidad del ejecutivo nacional comandado por Hugo Chávez. No fue el niño ni la niña, no fue la iguana, no fue el consumo desmedido.
La crisis eléctrica ha sido culpa de la negligencia del gobierno y la crisis financiera que arrastra Corpoelec forma para del mismo paquete. Las cosas se hicieron mal desde el principio y el rumbo no se ha corregido, con lo cual es improbable que esto llegue a buen puerto sin antes pasar por una serie de tempestades. Obviamente, los platos rotos los pagaremos nosotros, los usuarios, a quienes lo único que nos importa es disponer de un servicio eléctrico eficiente y no el que las plataformas tecnológicas de las empresas agrupadas no sea la misma.
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