EL CACEROLAZO
PAT MORALES
ART
Informando y educando a través del arte
Cacerolazo —también conocido como cacerolada, caceroleada o caceroleo— es una forma de manifestación, autoconvocada espontáneamente por un grupo de personas o ciudadanos, o bien respondiendo al llamamiento de una fuerza política u otra organización, generalmente en contra de un gobierno o de determinadas decisiones o políticas gubernamentales, y más raramente en pro de una causa. Su característica más destacada, y que la distingue de otros tipos de protesta, radica en que los manifestantes manifiestan su descontento mediante ruido acompasado, a una hora acordada de antemano (o en otros casos en forma espontánea), desde sus propias casas y sin necesidad de concentrarse en un lugar determinado, asomándose a ventanas y balcones o en los antejardines de las casas, y blandiendo rítmicamente los objetos que tienen a mano (comúnmente, cacerolas, ollas y otros utensilios domésticos; de ahí su nombre), pudiendo de esta manera alcanzar la protesta un alto grado de adhesión y participación.
Los cacerolazos vienen acompañados a menudo de otras medidas de protesta popular, como apagones o cortes de electricidad, boicots al consumo, bocinazos, funas, bloqueos de calles y “sentadas”, y con el auge de las nuevas tecnologías, también de cadenas de correos electrónicos o de mensajes de texto, tipos de protesta que han dado en llamarse “cacerolazos cibernéticos”. En todos los casos, se conserva en los diversos tipos de protesta la esencia del cacerolazo, que estriba en la ampliación y profundización de la protesta democrática, alejándola de las manifestaciones tradicionales e introduciéndola en los hogares, y transfiriendo el protagonismo de una minoría, a la gran mayoría de la población, convirtiéndose así en una protesta al alcance de todos, y por ende sumamente pacífica.
Desde los primeros cacerolazos de los que se tiene noticia, que tuvieron lugar en Chile entre 1971 y 1973, este tipo de protesta se había circunscrito casi exclusivamente a Sudamérica, aunque posteriormente se la ha visto también en España, en donde se le llama cacerolada, y en Italia.
CACEROLAZOS en Venezuela
Años 90
A principios de los años 1990, el pueblo venezolano reclamó la renuncia del presidente Carlos Andrés Pérez, entre otros medios a través de cacerolazos populares. El clamor popular fue aprovechado por el entonces teniente coronel Hugo Chávez, quien participó de un conato de golpe de Estado fallido en 1992, que a la postre condujo a la destitución de Pérez al cargo.
En medio de la turbulencia política que se mantenía, los cacerolazos también se escucharon durante el segundo gobierno del presidente Rafael Caldera, en particular en la crisis financiera cuyo clímax llegó en 1994, causada por el desplome del Banco Latino y otros importantes entes financieros venezolanos y la retención de dinero de los ahorristas.
2002-2004
Las cacerolazos volvieron a reaparecer en Venezuela en el siglo XXI, el sucesor de Rafael Caldera en la jefatura de estado, Hugo Chávez, recibió desde principio de su gobierno cacerolazos por parte de sectores opositores en su mayoría gente de clase media e incluso de clase alta. Uno de los primeros cacerolazos, más llamativos, sucedió en un discurso realizado por Chávez en el aeropuerto de La Carlota en Caracas, donde llegaron a su cercanías manifestantes opositores a su gestión sonando cacerolas, para interrumpir con el ruido mientras Chávez hablaba.
Por el contrario, las cacerolas también fueron hechas sonar por partidarios del Presidente Chávez, en particular el 12 de abril de 2002 en la noche, como una forma de protesta contra el gobierno de Pedro Carmona Estanga, quien se había instalado posterior a un golpe de estado.
Luego de esto, a finales del mismo año y después que Chávez recupera el poder, se realiza el Paro Petrolero contra su gobierno, se vuelven a escuchar nuevos cacerolazos en los sectores de las ciudades, esta vez con más fuerza, llegando a conformarse como un medio de manifestación casi diario apoyado por los organizadores del paro quienes fijaban la hora del mismo. En algunas ocasiones los cacerolazos llegaban a durar más de 30 minutos en las principales ciudades de Venezuela.
Los cacerolazos iban dirigidos contra funcionarios del gobierno, ya sean diputados, ministros y hasta al presidente del Tribunal Supremo, Iván Rincón; y su popularidad fue tal que se llegaron a comercializar por medio de CD de músicas que reproducían los sonidos del golpeo de las ollas.
En en el mismo paro simpatizantes del gobierno también realizaban “contra-cacerolazos”, como forma de apoyo a su gestión.
Además, otros cacerolazos realizados por el pueblo se sucedieron, durante las frecuentes “cadenas” presidenciales, como medio de rechazo a la gestión de Hugo Chávez. Este tipo de manifestación ceso cuando Chávez ganó el referéndum presidencial, convocado para el 15 de agosto de 2004.
2007
Durante este año fueron varios los momentos en que los cacerolazos venezolanos se hicieron más contundentes aún. Uno de ellos fue tras el cierre de la señal abierta de la cadena de televisión RCTV, hecho que provocó mucho descontento en la población.